Serbis es instalador oficial en España y Portugal del sistema de aprovechamiento energético Therm-Liner. Desarrollado y patentado por la compañía alemana Uhrig, esta tecnología se instala en el interior de las redes de alcantarillado para generar energía térmica a partir de las aguas residuales, aprovechando que circulan por las alcantarillas a una temperatura constante de entre 12 y 20 grados.
Es un sistema perfecto para climatizar edificios a un coste reducido, ya sea alimentando sus sistemas de calefacción en invierno o los de aire acondicionado en verano.
Therm-Liner lleva décadas utilizándose en diferentes puntos de Europa. Por ejemplo, en Alemania genera la energía de un pabellón deportivo y de una guardería, mientras que en Suiza garantiza el suministro de calefacción de un complejo residencial.
Therm-Liner es un sistema muy apropiado para grandes superficies como urbanizaciones, colegios, instalaciones deportivas o edificios industriales, ya que necesita un caudal mínimo de 10 litros de aguas residuales por segundo para funcionar a pleno rendimiento.
La energía generada a partir de las aguas residuales es más rentable que las fuentes fósiles, siete veces más eficiente que la fotovoltaica y hasta 30 veces más que la hidroeléctrica. Tampoco tiene impacto paisajístico y es inmune a los cambios del clima.
Los españoles consumimos cada año alrededor de 1.200 millones de metros cúbicos de agua que terminan en las redes de alcantarillado. Gracias al uso de la tecnología Therm-Liner, estos recursos podrían transformarse en energía económica y no contaminante.
El agua con el que nos duchamos o lavamos supera los 35 grados de temperatura media. Therm-Liner aprovecha esta temperatura para reducir en un 35% las necesidades energéticas de las viviendas y en una tonelada anual sus emisiones contaminantes.
Therm-Liner ya se utiliza en países como EEUU o Suiza para climatizar los centros de datos. Estos edificios almacenan toda la información que circula por Internet y son responsables del 3% del consumo eléctrico mundial y del 2% de las emisiones de CO2.
Therm-Liner se instala en el interior de las redes de alcantarillado para generar energía térmica a partir de las aguas residuales, aprovechando que circulan por las alcantarillas a una temperatura constante de entre 12 y 20 grados. Por esta razón, se trata de un sistema perfecto para climatizar edificios a un coste reducido, ya sea alimentando sus sistemas de calefacción en invierno o los de aire acondicionado en verano.
El sistema patentado por Uhrig e instalado en España y Portugal por Serbis es ecológico, rentable y muy apropiado para grandes superficies como urbanizaciones, colegios, instalaciones deportivas o edificios industriales. Esto es consecuencia de que la tecnología Therm-Liner necesita un caudal mínimo de 10 litros de aguas residuales por segundo para funcionar a pleno rendimiento, por lo que son las grandes edificaciones las que más rápido rentabilizan la inversión inicial.
Therm-Liner ha aterrizado en la Península Ibérica de la mano de Serbis, una vez que nuestra compañía alcanzó un acuerdo de colaboración con Uhrig, el grupo alemán que ha desarrollado y patentado este innovador sistema de aprovechamiento energético.
Fruto de esta alianza, Serbis comercializa e instala Therm-Liner tanto en España como en Portugal. En ambos países, el apoyo de los organismos públicos que se encargan de la gestión de las redes de alcantarillado resulta fundamental para la introducción rápida y exitosa de esta tecnología tanto en pequeños pueblos como en grandes ciudades.
Fundado hace 60 años en Alemania, el grupo empresarial Uhrig ha estado históricamente especializado en la construcción y reparación de sistemas de alcantarillado y, más recientemente, en la producción de energía sostenible a partir de las aguas residuales que circulan por los sistemas de saneamiento.
Su tecnología patentada Therm-Liner es capaz de generar energía respetuosa con el medio ambiente para climatizar edificios y descarbonizar sistemas de calefacción. Según sus cálculos, las aguas residuales podrían utilizarse para calentar los hogares de entre 4 y 12 millones de personas sólo en Alemania.