La aparición de malos olores y humedades es uno de los síntomas más habituales cuando existe un problema en la red de saneamiento de aguas residuales de una vivienda unifamiliar o de una comunidad de vecinos. En concreto, suelen producirse malos olores y humedades de color amarillento o marrón cuando se producen filtraciones, ya sea por la rotura de uno de los elementos de la red de saneamiento o porque un atasco o atranco ha provocado que las aguas negras terminen rebosando.
Esto provoca que las aguas fecales se filtren al terreno y acaben subiendo por las paredes del edificio, de ahí que sean más fácilmente identificables en las viviendas unifamiliares y en los sótanos, locales comerciales o garajes de los bloques de viviendas en altura. En todo caso, lo más difícil es detectar dónde se encuentra el origen de esa filtración, ya que la red de saneamiento de aguas residuales de una vivienda es un sistema muy complejo que consta de todos estos elementos:
A) Elementos privativos:
1- Sifón individual: son los tubos que evacúan las aguas fecales procedentes de los retretes, a cuyos desagües van conectados.
2- Bote sifónico: los váteres que carecen de sifón individual utilizan este elemento, que se sitúa por debajo del suelo.
3- Derivación: también se utilizan para evacuar las aguas residuales, pero en este caso de otros elementos que tampoco disponen de sifón individual, como lavabos y fregaderos.
B) Elementos comunes:
1- Tuberías bajantes: como su propio nombre indica, son conducciones verticales por las que bajan las aguas residuales desde las viviendas.
2- Arquetas a pie de bajante: se encargan de recoger las aguas que llegan por las tuberías bajantes y enviarlas a otras arquetas o a un pozo.
3- Arquetas de paso: realizan la misma función que las anteriores, con la diferencia de que se sitúan en los cambios de dirección de las tuberías (de ahí que también se las llame codos).
4- Colector enterrado: recibe las aguas residuales desde las arquetas a pie de bajante y las envía hasta la acometida a la red de alcantarillado.
5- Colector suspendido: hace la misma tarea que el colector enterrado, con la diferencia de que su ubicación se produce en un nivel superior al de la planta más baja del edificio.
6- Pozos: son los elementos que recogen todas las aguas fecales y que habitualmente se utilizan, en última instancia, como punto de conexión a los sistemas de alcantarillado.
7- Pozos de registro: la mayoría de pozos lo son, es decir, son elementos registrables (o inspeccionados) para llevar un correcto mantenimiento de toda la red de saneamiento.
¿Cómo saber dónde está el problema?
Para conocer con exactitud cuál es la razón que ha derivado en la aparición de malos olores o humedades en tu casa unifamiliar, piso o empresa, lo mejor es contactar con poceros profesionales. Por ejemplo, en Serbis Pocería podemos encargarnos de realizar un exhaustivo informe sobre el estado de la red de saneamiento de aguas residuales de tu domicilio y detectar cuál es el origen del problema.
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