Resumimos las principales noticias publicadas durante los últimos días por los medios de comunicación en el ámbito de las alcantarillas, las cañerías, los atrancos, los atascos y las redes de alcantarillado…

Las toallitas rompen canalizaciones y contaminan ríos

Mantener en buen estado las canalizaciones de las redes de alcantarillado y saneamiento de aguas residuales no solo es fundamental para mejorar la vida de las personas, sino también para proteger el medio ambiente. El último ejemplo lo hemos visto encontrado el municipio alicantino de Jávea, donde una rotura en el sistema de alcantarillado se ha traducido en reiterados vertidos de aguas fecales al río Gorgos.

Detrás del incidente se encuentran, como casi siempre, las toallitas húmedas que mucha gente sigue tirando por el inodoro a pesar de tratarse de productos no biodegradables. El resultado son atrancos y atascos en las cañerías, que en ocasiones como ésta pueden derivar en roturas. Todo ello ha dejado un paisaje desolador alrededor del Gorgos, con centenares de toallitas contaminando el lecho del río.

Invertir en saneamiento ayuda al medio ambiente

Un estudio de la Universidad Autónoma de Barcelona ha puesto de manifiesto la importancia de invertir en sistemas de tratamiento y depuración de aguas residuales. En concreto, la investigación revela una mejora en la calidad ecológica de la cuenca del Besòs, en Barcelona, gracias a las estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR) construidas durante los últimos 20 años.

La zona estudiada cuenta en la actualidad con 26 depuradoras que tratan las aguas fecales de una población de dos millones de personas. Estas infraestructuras han permitido que la calidad del agua del río Besòs haya mejorado significativamente, lo que ha facilitado la expansión de numerosas especies animales y reducido la capacidad contaminante de las aguas tratadas.

El cambio climático sacará las aguas residuales a las calles

Una investigación de la Universidad de Hawái, en EEUU, ha tratado de mostrar qué impacto tendrá en las ciudades costeras el aumento del nivel del mar provocado por el cambio climático. Y las consecuencias son bastante alarmantes, ya que apuntan a que las aguas residuales de las alcantarillas emergerán a las calles e incluso al mar, causando daños tanto en la salud como en el medio ambiente.

En definitiva, lo que este estudio pone de manifiesto es que las subidas del nivel del mar implicarán también subidas en las aguas residuales de las cloacas. Al no estar preparadas para este tipo de situaciones, las infraestructuras de saneamiento se verán desbordadas y las aguas fecales saldrán rápidamente a la superficie, provocando inundaciones a su paso.

Las depuradoras de aguas residuales eliminan un 95% de microplásticos

Aunque los microplásticos se han convertido en un serio problema para los océanos, la labor de las estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR) resulta esencial para minimizar el dañino impacto de estos residuos. Así se puso de manifiesto durante la sesión online «Microplásticos en aguas: situación actual», organizada por la Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (AEAS).

Tal como se explicó durante este encuentro celebrado a través de Internet, los sistemas de tratamiento secundario existentes en España son capaces de eliminar hasta un 95% del total de microplásticos que circulan por las aguas residuales. La efectividad es aún mayor en el caso de las estaciones de tratamiento de agua potable (ETAP), capaces de acabar con más del 99,99% de las partículas plásticas que hay en las aguas.

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