La leyenda urbana de cocodrilos y caimanes habitando las sombrías y húmedas alcantarillas de las grandes ciudades, especialmente de Nueva York, ha fascinado y aterrorizado a generaciones. Pero, ¿cuánto hay de mito y cuánto de realidad en estas historias que parecen sacadas de una película de ciencia ficción?
La leyenda tiene su origen en la primera mitad del siglo pasado, cuando el hallazgo de un caimán en las alcantarillas de Nueva York y la venta de pequeños cocodrilos a precios económicos alimentaron la imaginación popular. Se dice que estos reptiles, una vez que crecían demasiado para vivir en las casas como cualquier otra mascota, terminaban en las alcantarillas liberados por sus dueños.
Curiosamente, en EEUU aún es posible enviar caimanes a través del servicio de Correos, siempre y cuando no superen los 50 centímetros de longitud. Sin embargo, en el estado de Nueva York se exige un permiso especial para tenerlos como mascotas, estando prohibido liberarlos en la calle.
Casos reales
Casos documentados como el caimán encontrado en East Harlem en 1935, o aquellos que aparecieron en andenes subterráneos y bajo los coches en años posteriores, le dan un viso de realidad a la leyenda. Incluso en la década de los 80 se reportaron avistamientos de cocodrilos en lagos que forman parte del sistema de suministro de agua de Nueva York.
Es importante destacar que la leyenda no se limita a Nueva York. En Florida, la presencia de caimanes en sistemas de saneamiento de aguas residuales no es algo extraño, debido a su proximidad con diferentes hábitats naturales y a la extensa red de tuberías subterráneas que facilitan su movimiento.
Pese a ello, la mayoría de expertos considera que es altamente improbable que caimanes y cocodrilos puedan sobrevivir en el entorno hostil de las alcantarillas. Entre otras razones, por las bajas temperaturas invernales, que son mucho menores a las de los hábitats naturales de estos animales.
Leyenda transformada en cultura popular
La leyenda de los cocodrilos viviendo en la red de alcantarillado ha inspirado numerosas obras de cultura popular: desde películas de terror hasta personajes de dibujos animados y videojuegos, como las Tortugas Ninja, que comparten el entorno subterráneo con un caimán mutante.
Lo cierto es que, a pesar de que alguna vez hayan podido verse caimanes y cocodrilos en alcantarillas, la idea de colonias de reptiles viviendo y prosperando en el sistema de alcantarillado de Nueva York es más ficción que realidad. Lo que sí resulta innegable es el impacto duradero que esta historia ha tenido en la imaginación colectiva y en la cultura popular.
Casos aislados en España
Las condiciones climáticas y ecológicas de España son generalmente desfavorables para los caimanes y cocodrilos. Estos reptiles necesitan hábitats cálidos y húmedos para sobrevivir, condiciones que no son típicas de la mayoría de las regiones españolas, especialmente, los sistemas de alcantarillado de las ciudades.
Sin embargo, se han registrado casos aislados en España, en los que pequeños lagartos o tortugas han sido encontrados en sistemas de saneamiento y alcantarillado. Pero estos casos son consecuencia del abandono de mascotas exóticas y no de la existencia de una población establecida de reptiles de mayor tamaño, como caimanes o cocodrilos.
Frente a estos hallazgos, las autoridades españolas y organizaciones de bienestar animal han reforzado las campañas de sensibilización sobre la tenencia responsable de mascotas exóticas. Se ha hecho hincapié en la importancia de no liberar animales no nativos en el medio ambiente, ya que pueden causar desequilibrios ecológicos y representar riesgos para la salud pública.