Los últimos días han estado marcados por las siguientes noticias en el ámbito del alcantarillado, el saneamiento de aguas residuales, las alcantarillas, los desatrancos y los desatascos:
1) Algo huele a podrido en las alcantarillas de Húmera (Pozuelo de Alarcón): Los vecinos del barrio de Húmera, perteneciente al municipio madrileño de Pozuelo de Alarcón, están desesperados por el insoportable olor que invade sus viviendas desde hace un par de años. Un olor a “estiércol”, “huevo podrido” o “alcantarilla” que procede de una Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) en mal estado que va a llevar ante la justicia a una decena de antiguos concejales de la localidad.
Tal como explican en este artículo, la depuradora está situada a escasos 10 metros de las viviendas más próximas. Pero no sólo está contaminando el aire que respiran los propietarios de estos inmuebles, sino también el arroyo Antequina, que atraviesa la Casa de Campo y en el que se han encontrado niveles de fósforo y nitrógeno por encima de los valores máximos permitidos.
Todos estos problemas ya se han traducido en un total de 10 sanciones al Ayuntamiento de Pozuelo, que ha tenido que pagar más de 56.000 euros en multas. Y lo peor de todo es que el problema parece aún muy lejos de estar resuelto…
2) Atranco del tamaño de dos autobuses en las alcantarillas de Michigan: Ha vuelto a suceder, esta vez en Estados Unidos. Varios municipios del estado norteamericano de Michigan han sido víctimas de un nuevo fatberg (o gigantesca montaña de porquería acumulada en las alcantarillas) de 19 toneladas de peso y el tamaño de dos autobuses escolares.
Esta enorme masa formada por la acumulación de toallitas húmedas, grasas, aceites y otros desechos ha provocado un colosal atranco que ha requerido de la inversión de 100.000 dólares (más de 85.000 euros) para su limpieza. Tal fue el tamaño del tapón que los poceros encargados de su desaparición no tuvieron más remedio que cortarlo en pedazos, como si de un pastel de basura se tratase, para poder sacarlo a la superficie.
3) Rumbo a España por las alcantarillas: En los últimos días se ha difundido por las redes sociales este vídeo, en el que se observa cómo varios jóvenes africanos acceden a territorio español esquivando a la Guardia Civil. En este caso no se lanzaron al mar en improvisadas pateras ni se enfrentaron a las concertinas de las vallas fronterizas, sino que se colaron por la red de alcantarillado.
Porque los jóvenes que aparecen en el vídeo llegaron a territorio español tras introducirse en las alcantarillas de Nador, una ciudad de Marruecos que hace frontera con Melilla. Este método, poco conocido hasta ahora, posiblemente tenga los días contados, ya que es de suponer que las autoridades policiales marroquíes y españolas multiplicarán sus controles sobre los sistemas de alcantarillado tras la difusión de este vídeo.
4) Barcelona ha censado las ratas de sus alcantarillas: La ciudad de Barcelona ha dado a conocer las conclusiones de un pionero estudio que le ha permitido cuantificar el número de ratas que habita su red de alcantarillado. Y el resultado es de unas 213.000 ratas, o lo que es lo mismo, de 0,13 roedores por cada persona empadronada en la capital catalana (una proporción mucho más baja que las 0,25 ratas por habitante que se han contabilizado en Nueva York).
Más allá de estas cifras, el estudio ha servido para detectar las múltiples bacterias que pueden transmitirnos las ratas de alcantarilla. Y los resultados son preocupantes, especialmente para los principales grupos de riesgo, entre los que se incluyen poceros, controladores de plagas y otros trabajadores de las alcantarillas, así como los niños que juegan diariamente en los parques. Aun así, en este artículo matizan que la probabilidad de contagio, aunque existe, es muy baja.
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