La última semana ha estado marcada por las siguientes noticias en el ámbito del alcantarillado y el saneamiento de aguas residuales:
1) El alcantarillado, en la base del urbanismo moderno: ¿Alguna vez os habéis preguntado cómo se pone en pie un nuevo desarrollo urbanístico? ¿En qué orden hay que construir las dotaciones e infraestructuras públicas? Pues bien, en este artículo de El Mundo lo explican con todo lujo de detalle: lo primero que se hace es mover tierras y excavar zanjas y túneles, para después situar allí las redes de alcantarillado y las tuberías que se encargarán del abastecimiento de agua y del suministro eléctrico de las casas.
El reportaje analiza el papel de la ingeniería en la construcción de las nuevas ciudades (y también la gigantesca inversión que conlleva), para lo que se toma como ejemplo el desarrollo madrileño de Los Berrocales. En julio, cuando sus autores lo escribieron, ya se habían invertido 44,7 millones de euros en las obras de saneamiento de aguas residuales de esta urbanización, que incluían la instalación de todas las canalizaciones encargadas de recoger las aguas que se desechan en las casas y de las que caen en las calles en forma de lluvia. Y faltaban por gastar aún otros 3,6 millones de euros en conducciones y depósitos para el agua reciclada de riego.
En definitiva, un muy buen análisis que el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Madrid ha reconocido con el Premio Demarcación de Madrid 2017 en la categoría de mejor trabajo periodístico. Vaya desde aquí nuestra más sincera enhorabuena a sus autores.
2) Las toallitas higiénicas nos cuestan 200 millones al año: Alrededor de 200 millones de euros nos gastamos cada año los españoles en una inversión que tiene como objetivo solucionar los atascos que se forman en las alcantarillas por arrojar al retrete las toallitas higiénicas. Por tanto, no se trata únicamente de un enorme problema medioambiental (del que los profesionales de Serbis Pocería hablaremos el 17 de diciembre en el programa Repor del Canal 24 horas), sino también económico.
Aunque ninguna red de saneamiento de aguas residuales de España parece a salvo de estos gigantescos tampones, en este artículo se repasan los casos más llamativos: San Sebastián, Valencia, Madrid, Barcelona, Sevilla, Bilbao, Almería, Murcia, Sant Josep de sa Talaia o Castro Urdiales. También se explican las principales consecuencias de taponar el alcantarillado con toallitas, tanto desde el punto de vista de la contaminación como de las multas con las que la Unión Europea nos está empezando a castigar…
3) Un dron ya vigila las alcantarillas de Ferrol: El nuevo operario de la red de saneamiento de aguas residuales de Ferrol (A Coruña) se llama Flind-Suez y es un dron capaz de encontrar en la oscuridad todo tipo de desperfectos en las cañerías, incluidas roturas, atrancos, atascos y tapones formados por la acumulación de toallitas higiénicas y otros tipos de residuos.
La inversión en este tipo de tecnología, que ya se había producido antes en Chile o Francia, llega a España para evitar que seamos las personas quienes tengamos que entrar en conducciones de hasta 25 metros de profundidad para realizar el mantenimiento visual de las cloacas. No se trata de acabar con el oficio del pocero, ya que seremos nosotros quienes en última instancia sigamos reparando los problemas en las alcantarillas, sino de minimizar los riesgos y maximizar los ahorros.
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