Recientemente, se pidió a los lectores de una prestigiosa revista médica del Reino Unido, que nombraran el mayor avance médico de los últimos 150 años. La respuesta: el saneamiento mejorado. En el siglo XIX, en Europa y América del Norte la diarrea, el cólera y la fiebre tifoidea propagadas a través del saneamiento deficiente, eran la principal causa de las enfermedades y de la mortalidad infantil. Hoy día, esta clase de muertes son muy raras en dichas regiones; sin embargo, en los países en desarrollo todavía son muy comunes. Estudios recientes sugieren que el saneamiento y la higiene deficientes son la principal causa, o la causa subyacente, de más de la mitad de las 10 millones de muertes infantiles anuales. Análisis convincentes basados en la evidencia han demostrado que la higiene y el saneamiento son de las intervenciones de salud más rentables para reducir la mortalidad infantil. El acceso a un inodoro puede reducir la mortalidad infantil relacionada con la diarrea en más de un 30 % y con el lavado de manos en un 40 %.
Enfermedades diarreicas
Cada día mueren 5.000 niños debido a la diarrea infecciosa, enfermedad causada principalmente por el saneamiento inadecuado. El 17% de las defunciones de niños menores de cinco años se atribuye a enfermedades diarreicas, convirtiéndolas, después de la neumonía, en el segundo gran causante de muertes infantiles. La diarrea es también uno de los factores más importantes de la desnutrición y el crecimiento atrofiado.
A menudo las enfermedades diarreicas se describen como enfermedades relacionadas con el agua, pero deberían conocerse, con más precisión, como enfermedades relacionadas con las heces, ya que los patógenos se derivan de la materia fecal. El ciclo ‘fecal-oral’ describe las principales rutas de transmisión de las enfermedades diarreicas infecciosas. Este ciclo se intensifica a través de cinco portadores de contaminación: líquidos (beber agua contaminada), campos (contaminación de suelos y cultivos con materia fecal humana), dedos (preparar alimentos con las manos sucias o introducir los dedos sucios en la boca), alimentos (comer comida contaminada), y moscas (propagan enfermedades, portando microbios de las heces a los alimentos y al agua o directamente a las personas; en particular es un problema dónde se practica la defecación al aire libre). Romper el ciclo fecal-oral, lo cual depende fundamentalmente del lavado de manos y el uso de inodoros o letrinas que aíslan y desinfectan la materia fecal, salva las vidas de los niños. En Salvador, Brasil, una campaña de saneamiento que se llevó a cabo recientemente en toda la ciudad, aumentó la cobertura de saneamiento del 26% al 80%. Se condujo un estudio de la morbilidad diarreica en niños menores de tres años en zonas de alto y bajo riesgo de la ciudad. En general, la prevalencia se redujo en un 22%, pero en las zonas más pobres de la ciudad, en donde la cobertura del saneamiento era muy baja al comenzar, la prevalencia se redujo en un 43%.
Helmintos
Los gusanos intestinales (helmintos), que se transmiten cuando las personas ingieren materia fecal o se paran en ella descalzos, son menos amenazadores para la vida que las enfermedades diarreicas, pero debilitan seriamente la salud de los niños. En todo el mundo hay anualmente alrededor de 130 millones de casos de ascaris (lombrices intestinales), trichuris (triquinas) y anquilostomas. Una carga típica de ascaris absorbe una tercera parte de los alimentos que consume un niño, y la desnutrición es la causa de la mitad de las enfermedades infantiles. Los anquilostomas son una causa frecuente de anemia. Las triquinas producen colitis crónica en los niños pequeños, una afección que a veces persiste durante tanto tiempo que las madres pueden llegar a pensar que es normal y no buscan ayuda médica. En los entornos pobres, los niños a menudo albergan en sus cuerpos hasta 1.000 gusanos parásitos a la vez. Cuando asisten a la escuela, estos niños se muestran apáticos, somnolientos y faltos de concentración.
Infecciones respiratorias agudas
También existe un nexo entre el saneamiento deficiente y las infecciones respiratorias agudas (IRA), como la neumonía. Con 4 millones de defunciones, la mitad de ellas de niños, las IRA son una de las mayores causas de mortalidad en el mundo. La evidencia sugiere que las mejores prácticas de higiene lavarse las manos con jabón después de defecar y antes de comer podrían reducir enormemente el índice de infección. Al combinar las cifras de las IRA y las enfermedades diarreicas, el saneamiento y la salud deficientes son las principales causas de la mortalidad infantil.
La carga del cuidado
Aunque el costo de las enfermedades físicas es peor para los niños, también hay otras implicaciones de salud importantes a causa de la falta de saneamiento. Cuando alguien sufre de diarrea, en especial si esa persona es anciana o una persona altamente debilitada por el SIDA u otra enfermedad seria, es muy difícil cuidar al paciente si no hay un inodoro cerca. Las personas discapacitadas sufren gran dificultad e incomodidad para hacer sus necesidades. Las mujeres que cuidan a enfermos y discapacitados pierden tiempo que podría emplearse en otras actividades domésticas o generadoras de ingresos.
LA POCERÍA NO ES UN JUEGO… CUÍDALA.
Principales fuentes: ONU, UNICEF, OMS. 2008
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