Resumimos las principales noticias de los últimos días relacionadas con los efectos que la acumulación de toallitas húmedas tiene sobre las alcantarillas y redes de saneamiento de aguas residuales, así como con los desatrancos y desatascos que hay que llevar a cabo para combatir esta lacra…
· Investigadores españoles transformarán aguas residuales en cosméticos: Un grupo de investigadores de la Universidad de Valladolid va a liderar un proyecto financiado con fondos europeos que transformará las aguas residuales urbanas, los lodos de las depuradoras y la parte orgánica de las basuras municipales en productos para la industria cosmética. El proyecto se llama Deep Purple y tiene un presupuesto de más de 590.000 euros.
Lo que harán estos investigadores es extraer de las aguas residuales, los lodos y la basura unos componentes que se utilizan en cremas solares o faciales. También transformarán la porquería en otros materiales que serán destinados al sector de la construcción e incluso en unos productos que sustituirán a los plásticos derivados del petróleo y serán biodegradables.
El proyecto incluye la creación de dos grandes instalaciones en las que se llevarán a cabo estos procesos de transformación. Uno de estos biorreactores estará situado en la República Checa, mientras que el otro se quedará en España, concretamente, en la ciudad de Toledo.
· Beber cerveza también genera aguas residuales: Cada 100 litros de cerveza envasada equivalen a la generación de entre 2,5 y 7,2 hectolitros de aguas residuales. Son datos de una guía elaborada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en los que también se explica que el 95% de la composición de la cerveza es agua (se entiende que el 5% restante debe ser cebada).
Las aguas residuales generadas por la industria cervecera tienen unas características especiales que las diferencian de las que generamos las personas en nuestros hogares. Básicamente, porque la suma de levadura, malta, azúcares y productos de limpieza da como resultado una gran cantidad de materia orgánica y nutrientes, un PH variable y una elevada concentración de sólidos en suspensión.
El caso es que el tratamiento en las estaciones depuradoras de aguas residuales de esta amalgama de productos que intervienen en la producción de cerveza es complicada, por no hablar de que implica un elevado gasto energético y tiene una huella medioambiental insostenible. Para poner freno a esta situación, la industria cervecera está investigando nuevas e innovadoras formas de tratar sus aguas residuales que evitaría el uso de productos químicos, fomentaría la reutilización de los materiales y permitiría producir energía gracias a la generación de biogás e incluso fertilizantes para uso agrícola.
·La historia de Barcelona, a través de sus alcantarillas: Pocas cosas dicen tanto de Barcelona como sus alcantarillas, presentes en la ciudad desde la época romana y, por tanto, con 2.000 años de historia a sus espaldas. Gracias a su estudio, se ha podido saber, por las semillas de uvas encontradas, que Barcelona disfrutó en su día con una impresionante producción de vino.
También se han encontrado huesos de ratas cocinados, lo que indica que estos roedores se convirtieron en parte del menú de los barceloneses durante la época medieval, lo que pudo facilitar la expansión de la peste. También se sabe, gracias a las cloacas, en qué barrios de la capital catalana se comía más pescado o en cuáles se desarrolló una industria u otra.
En resumen, la red de saneamiento de aguas residuales de la Ciudad Condal es como una enorme enciclopedia histórica en la que uno puede informarse sobre la gastronomía de Barcelona, pero también sobre su paisaje, sus cultivos, las enfermedades que han asolado la ciudad e incluso cuándo se produjeron sequías y cuándo, inundaciones.
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